jueves, 3 de marzo de 2011

“No pierdas la pasión”

Quién diría que arriesgarse puede ser una de las mejores formas de ir por la vida sin ataduras o cadenas que te roben la sonrisa, pues bien, hoy es uno de esos días donde me siento afortunada al tener a una persona que siempre sabe despertar mi espíritu aventurero y liberal, alguien que me empuja a buscar la felicidad siendo yo misma, liberándome de las preocupaciones que innecesariamente he ido creando.

Pues bien, después de una larga jornada de trabajo donde has pasado el día reflexionando sobre la doble moral y la pérdida de las buenas y mejores prácticas, repentinamente aparece EL, con su físico atractivo, su sonrisa coqueta y su mejor disposición para regalarme un momento de libertad espiritual… Durante una hora y media me sentí libre, tranquila y llena de energía, todo gracias al viaje en motocicleta hasta la ciudad más cercana en compañía de mi mejor amigo, que más que ser mi amigo es mi confidente, apoyo constante e incondicional, maestro, mi crítico personal, un enamorado de la vida en calma y de las relaciones abiertas, un intelectual que sabe aplicar plenamente lo que aprendió en la universidad y lo mejor de todo, quien no me deja sucumbir al decirme “no pierdas la pasión”.

Una frase que aparentemente es tan sencilla pero que tiene tanto peso y trasfondo que vale la pena aplicarla en cada aspecto de nuestras vidas, cada vez que la monotonía o las dificultades quieren arrebatarnos la magia de todo lo que significó y significa mucho para nosotros… Es una forma de decir que vale la pena reencontrarse con lo que alguna vez nos enamoró, con la motivación que existe en nuestro trabajo, amigos, estudio, hobbies y demás escenarios en los que nos desenvolvemos. Cada quien es dueño de su vida y de las acciones que tome para materializar sus sueños y metas, solo siendo consientes de ello lograremos un verdadero descubrimiento de nosotros mismos.



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